Durante los últimos años, el campo de consideración de modelos BIM se ha ampliado considerablemente involucrando principalmente, áreas de acción cada vez mayores como el territorio mismo afectando de manera sostenida y creciente la aplicación de este concepto a las ciudades. El urbanismo, como conjunto de disciplinas, se encarga del estudio de los asentamientos humanos para su diagnóstico, comprensión e intervención y está participando en una forma cada vez más estrecha con los cambios de tecnología y análisis digital involucrados en concepto BIM.

Las teorías y la urbanística están en estrecha relación y convergen con otras disciplinas interesadas en el estudio de la ciudad y el territorio teniendo un enorme impacto en la toma de decisiones respecto a la aplicación de políticas urbanas, equipamientos de vivienda, infraestructura, transporte, medio ambiente, etcétera

Áreas como los planes urbanísticos, los planes de desarrollo urbano, los planes reguladores o de ordenamiento, los planes de extensión urbana, de renovación, de reubicación de protección, de preservación o de rehabilitación están siendo soportados y evaluados en función de modelos digitales cada vez más ricos y complejos que se están construyendo en función del aporte de diferentes actores tanto privados como gubernamentales en todos sus niveles; nacionales provinciales y municipales.

El nuevo escenario, que era antes sólo teórico o de estudio se ha convertido hoy en un nuevo paradigma. Dos de los conceptos que van a arreglar nuestro futuro próximo se centran en conceptos como “Big Data” y “Smart Cities”.

Cuando hablamos de big data estamos haciendo referencia a sistemas informáticos basados en la acumulación a gran escala de datos y de aquellos procedimientos que nos permiten identificar y adecuar patrones de comportamiento de consumidores y usuarios.

Big data es el resultado natural del mundo digital actual

Es importante destacar que los datos masivos no sólo sirven como parte cuantitativa, sino que la diferencia y el beneficio se encuentran precisamente en su tratamiento, es decir, en su parte cualitativa. Es indudable que, manejando datos, el gran reto está en alcanzar una información filtrada, precisa, eficiente y efectiva que nos permita ejecutar una toma de decisiones.

Las Smart Cities o ciudades inteligentes, serán las que reflejen a un tipo de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad capaz, de responder adecuadamente a las necesidades básicas de instituciones empresas y de los propios habitantes tanto en el plano económico como en los aspectos operativos, sociales y ambientales basados en plataformas digitales.

Todos estos nuevos conceptos y procesos son posibles de aplicar gracias a que la evolución tecnológica permite la toma de decisiones en escenarios de colaboración propiciando el diseño conceptual, el análisis y la comunicación para actores de diversa índole; tanto gerenciales y políticos, como profesionales y personal técnico.

La utilización de modelos digitales bajo conceptos BIM, permiten definir, entre otras cosas, propuestas a diferentes escalas como infraestructura, viviendas, espacios verdes, áreas de desarrollo, propuesta de cambio de código urbano, transportes, etcétera. Además, permiten realizar análisis como estadísticas, escenarios de contingencia o áreas de desborde de recursos hídricos entre muchos otros.

La validación de diseños conceptuales, la comparación entre diferentes soluciones alternativas y la toma de decisiones, todo esto bajo un escenario que permite integrar a personas, procesos y tecnologías en un ambiente que propicie la clara comunicación entre diferentes actores y a todos los niveles.